La Doctora SEDIT le dió una segunda oportunidad a mi Matrimonio

A mis 37 años ya tenía un matrimonio estable, económicamente nos iba bien a los 2, no teníamos hijos, el trabajaba más que yo, siempre llegaba de noche a la casa, no pasábamos mucho tiempo juntos, esa situación fue así por algunos años, no me di cuenta cuán lejos estábamos uno del otro, hasta que sucedió lo que más temía, como él nunca tenía tiempo para mí, yo me empecé a fijar en otros hombres, pero sin ánimos de ser infiel, no pasaba mas allá de mensajes privados, conversaciones y llamadas, en mi mente nunca estuvo previsto serle infiel a mi esposo. Siempre fui muy enfocada al éxito en mi trabajo, me iban ascendiendo cada vez más por mi rendimiento y mi capacitación, para mí era genial. Un buen día me toco conocer a un jefe importante que se trasladaba a nuestra sucursal para evaluarnos, yo debía dar la cara por la oficina. Al principio nuestro trato fue algo hostil, para mí era demasiado arrogante, aunque no puedo negar que su porte de caballero y su cuerpo estaban en sintonía con lo que yo esperaba de un hombre. Fue difícil aceptar que me gustaba, lo acepte como al 4to día de encuentro laboral, en nuestras conversaciones sobre la empresa y el negocio me di cuenta que era sumamente inteligente y eso me encantaba. Trate de disimular muy bien mis pensamientos enfocándome en el trabajo, debía ser prudente y profesional, además estaba casada y para mí el era solo un amor platónico. Pasada una semana de su visita y su evaluación, me llega un correo de él diciéndome que volvería a la oficina porque algo pareció salir mal, yo me puse nerviosa, no sabía qué hacer, pensaba que él me estaba probando o intentaba quitarme la tranquilad. Cuando nos vimos de nuevo ya algo había cambiado, sabía que él no me veía con los mismos ojos, algo en su forma de comportarse y en su mirada habían cambiado. Fue donde supe que algo iba a salir mal. Se quedo en la ciudad más de lo previsto, quería reuniones conmigo casi a diario, almuerzos, cenas, donde las conversaciones se volvían más intensas y personales. Mi esposo nunca se dio cuenta de nada porque estaba tan metido en su carrera laboral que no hablábamos de mis cosas. La idea de encontrarme con aquel hombre en mi sitio de trabajo todos los días comenzó a parecerme emocionante, empecé a arreglarme más, a ser más cuidadosa conmigo. Pasadas 2 semanas de todos esos eventos, me invita a cenar para cerrar el ciclo de entrevistas. Me sentí nerviosa, pero pensé que iba a pasar lo mismo de la vez pasada, nos íbamos a despedir y tal vez no nos íbamos a volver a ver. Fui a la cena, creo que me arregle un poco más de lo normal. Llegue al lugar, el estaba más guapo que todos los días, muy elegante y caballero y yo muriéndome por dentro. Hablamos del trabajo, estuvimos tomando vino, hablábamos de temas interesantes. Después de tantos tragos, empezamos un acercamiento más allá de lo laboral, no sé cuantos vinos nos tomamos esa noche, una cosa llevo a la otra y terminamos en su habitación de hotel. Amanecí con él, cuando desperté sentía una gran vergüenza y estaba arrepentida de lo poco profesional y ética que había sido y pero lo peor era haberle sido infiel a mi esposo. Esa semana fue difícil, estaba entre el dilema de ser honesta con mi marido o guardar el secreto, pero cuando el llegaba a la casa no podía ni verle la cara. Aquel ejecutivo se fue, no supe más de él, en la empresa nadie más hablo de él. Yo quede con mi dolor, mi vergüenza y mi arrepentimiento. No podía más con la culpa y decidí contarle a mi esposo, ya no podía más con esta situación. El reaccionó exactamente como había pensado, me dijo que necesitaba tiempo para asimilar todo aquello, se fue de nuestra casa, me escribía solo para cosas referentes a la casa, pocas veces nos vimos, así pasaron 3 meses, yo estaba desesperada y deprimida. Mi esposo no me perdonaba. Lo peor llegó cuando me hablo de divorcio y separación de bienes, pensé que no era cierto y solo era un momento de rabia; supe que era cierto cuando su abogado me llamo diciéndome que necesitaba concretar una cita conmigo para hablar del divorcio. Ese día mi corazón término de partirse, no sabía qué hacer, estaba tan angustiada y desesperada. Yo sabía que en mi oficina había una compañera que paso por una situación difícil con su esposo, la invite a tomarnos un café y hablamos sobre mi situación y como podía resolverla. Ella no dudo en recomendarme a la Doctora SEDIT, esta señora la ayudo a recuperar a su marido. Después de tanto pensar e investigar, la contacte por su correo brujasedit-hotmail.com, luego ella me dio su WhatsApp +1 347 916 3111 para comunicarnos mejor, yo solo quería que ella me ayudara a recuperar mi matrimonio y mi hogar. Cuando hable con ella fue muy honesta conmigo, con valentía acepte sus recomendaciones, al poco tiempo recibí fotos del trabajo que realizaba. Vi progreso del trabajo casi al momento, mi esposo dejo de mandar a su abogado, no me mando más email ni tuve llamadas. Al poco tiempo, mi esposo por su propio interés me llamo para saber de mí y no hablo de divorcio ni separación. A la semana me hablo de nuevo, pero esta vez era para vernos y hablar sobre nuestra situación, me di cuenta que íbamos avanzando y que iba funcionando el trabajo. Después de una temporada hablando diariamente, pude pedirle perdón, mi intensión no era dañar nuestra relación, llore en sus brazos, pude expresarle todo lo que sentía. Ese día me dijo que volvería a la casa y me pidió que lo ayudara a perdonarme. Fue tan maravilloso verlo entrar por la puerta con sus cosas, dormir a su lado de nuevo, hablar, comunicarnos mejor. El dejo de trabajar tanto y ahora me dedica tiempo, vamos al cine, hablamos, cenamos juntos. Por todo el cambio estaré siempre agradecida con la Dra. SEDIT, ella con sus dones pudo ayudarme. La recomiendo totalmente, fue responsable y honesta. Siempre dispuesta a escucharme y ayudarme. Gracias. Si alguien necesita ayuda, asesoría o una consulta no dude en comunicarse con ella, de seguro será su mejor opción.

Gracias a Sedit yo pude recuperar a mi novio en poco tiempo, luego de una dolorosa separación justo antes de nuestro matrimonio, ella logró que regresara a mi lado arrepentido, rogándome perdón, y ahora estamos felices, nos casamos y estamos en espera de nuestro primer hijo, estamos dichosos!!!!! El servicio que ofrece esta doctora es certero, poderoso y efectivo. Yo la recomiendo sin reservas!!!!

Me parece que la Doctora Sedit es muy buena, a pesar de yo estar en otro país, ella hizo lo que yo creí imposible, gracias a ella todo volvió a la normalidad y ahora continuamos con todos nuestros proyectos y ya en un mes nos casaremos!!!

Gracias a que contrate a la Doctora SEDIT el amor volvió a mi vida, mi chica vino a Miami a pedirme perdón, estuvo 1 semana buscándome por toda la ciudad y con conocidos, cuando la volví a ver, sentí que el corazón se me iba a salir del pecho, el perdón fue un proceso duro y lento, pero ahora estamos felices, llenos de amor y vida, reconstruimos nuestra relación.